ES-ECO-020-CV

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Proin eget risus in est suscipit fringilla. Nam condimentum, felis nec pharetra dictum, massa risus laoreet justo, sed interdum elit tortor quis lorem. Integer accumsan mollis nisi, at dignissim risus egestas quis. Etiam consequat vehicula enim nec vulputate. Mauris aliquet mollis mattis. Nam vehicula velit at suscipit pharetra. Fusce venenatis mauris at massa congue, vel luctus nulla dignissim.

Phasellus mattis dui massa, ut eleifend massa luctus dapibus. Nulla efficitur tellus dui, ut condimentum dolor dictum quis. Nullam a est a nisl venenatis egestas. Phasellus quis justo quis sem porttitor condimentum. Quisque ac hendrerit est. Maecenas pulvinar urna at tristique posuere. Aliquam quis leo metus. Nunc risus lorem, blandit eget ullamcorper vel, iaculis consectetur felis. Integer mattis convallis neque sed tristique. Praesent id elit maximus, sagittis nisl id, maximus nunc. Proin feugiat diam vel ipsum cursus, et viverra orci congue. Aliquam non augue ullamcorper, fringilla nisl vitae, sollicitudin lectus. Sed vel nisi vel purus vehicula molestie. Nulla finibus sagittis libero eu accumsan. Morbi imperdiet nisl turpis, at faucibus dolor rutrum a.

FR La Valldigna es una comarca natural situada al sureste de la provincia de Valencia y a la que pertenecen los municipios de Simat, Benifairó, Tavernes de la Valldigna y Barx. 

Como su nombre indica, la Valldigna es un valle, completamente cerrado por montañas, -las últimas estribaciones de los sistemas Ibérico y Bético-, abierto al este en la llanura del litoral de Mediterráneo y, cruzado por el rio Vaca hasta su desembocadura en el mar.

Esta especial orografía configura el carácter diferenciado de la Valldigna: el contraste que produce la unión del mar y la montaña en tan breve espacio ofrecen un clima especialmente benévolo y templado, muy apropiado para el cultivo de cítricos, debido a la combinación de las brisas del mar, las 2800 horas anuales de sol y un volumen de precipitación superior al de las comarcas vecinas.

Precisamente este clima tan benévolo, la fertilidad de sus tierras y la protección que ofrecían las montañas, han hecho que el valle haya estado poblado ininterrumpidamente desde la prehistoria, teniendo constancia de poblaciones humanas desde al menos 350.000a años A.C. En la cueva del Bolomor se han hallado los restos arqueológicos relacionados con el ser humano más antiguos de toda la Comunidad Valenciana: las excavaciones confirman la adaptación de comunidades de homínidos. Posteriormente, los neandertales se establecieron en la zona y las poblaciones neolíticas, más sedentarias, iniciaron la agricultura. 

Íberos, romanos y musulmanes se asentaron sucesivamente en el valle hasta la reconquista cristiana. Cuenta la leyenda que, tras el fragor de la batalla, el rey Jaime II de Aragón, admirado por la belleza del lugar, se dirigió al abad de Santes Creus y exclamó: “Vall Digna per a un monestir de la vostra religió” (Valle digno para un monasterio de vuestra religión). A lo que Fray Bononat de Vila-Seca respondió: “Vall digna”. Era el año 1298 y desde ese momento ese sería el nombre del lugar y del monasterio cisterciense de Santa María de la Valldigna, que llegó a ser el más importante del antiguo Reino de Valencia; y está construido a imagen y semejanza del de Santes Creus, en Valldaura del Vallés. La historia ha dejado otras huellas árabes en nuestro valle: el castillo de la Reina Mora o de Marinyen, de Alfandech que dio nombre al valle durante la época de dominio árabe, la mezquita de la Xara, els Castellets o la muralla del Ràfol

La reconquista no supuso la expulsión inmediata de los musulmanes, aunque sí que originó la inmigración de judíos y cristianos desde otras zonas del Reino de Aragón. La posterior expulsión de los moriscos en el siglo XVII, dedicados principalmente a la agricultura, acarreó una crisis en el cultivo de la tierra. Sí que se conservó el sistema de acequias de la época musulmana, que fue mejorado a partir del siglo XVIII por el gran crecimiento de la agricultura de regadío, del trigo y del arroz; que eran regados mediante el sistema de acequias, mientras que los cereales eran molidos en los molinos hidráulicos de los cuales se conservan diversos testimonios en la Valldigna. 

Desde principios de los años 50 del siglo XX el paisaje de la Valldigna se transforma paulatinamente con el cultivo de naranjos, abandonados los cultivos de secano y de arroz, los cítricos en la actualidad ocupan la práctica totalidad de los terrenos agrícolas, siendo asimismo, la principal actividad económica del valle.


Fuente: www.tavernesdelavalldigna.com

L’agroécologie repose sur la mise en œuvre des principes de base à la conception et à la gestion des systèmes agricoles en vue de leur durabilité à long terme.  

Les principes de l’agroécologie comprennent: 

  • La préservation des ressources naturelles et agricoles : l’eau, le capital, l’énergie, le sol et la diversité génétique ; 
  • l’utilisation de ressources renouvelables ; 
  • la limitation de l’utilisation de produits toxiques ; 
  • la gestion correcte de la biodiversité ; 
  • la maximisation des bénéfices à long terme ; et 
  • la connexion directe entre agricultures. 

L’agriculture implique une approche holistique, centrée sur la production, mais aussi sur la durabilité du système productif, le respect de l’environnement et les aspects sociaux économiques. 

Le domaine de Brines constitue une enclave unique, nous avons donc opté pour l’agroécologie comme de cohabiter avec l’écosystème, en créant notre propre agroécosystème où la flore et la faune naturelles coexistent chaque jour en parfaite harmonie avec les arbres fruitiers.

Nous rendons ainsi terrains productifs tout en préservant la santé de la et la fertilité des sols et des aquifères, nous favorisons le maintien des écosystèmes, nous protégeons les techniques et les pratiques agricoles tout en continuant à utiliser des modes de cultures respectueuses de l’environnement et qui répondent à la coévolution entre les personnes et leur environnement.

Nous voulons, en relevant cette gageure, contribuer, dans la mesure de nos possibilités, au maintien d’une société humaine qui communie avec son agroécosystème.

Biological, organic or ecological agriculture (these three terms are equivalent and the only ones acceptable according to EU legislation) is a farming system based on the optimal use of natural resources, without using synthetic chemicals, or genetically modified organisms (GMOs) —neither as fertilizer nor to combat pests— and aimed at obtaining organic food while preserving the fertility of the land and respecting the environment in a sustainable and balanced way.

Ecological agriculture is a global system of management of agricultural production which increases and enhances the health of agrosystems, increases biological diversity, respects biological cycles, as well as the biological activity of the soil so that the comprehensive sustainability of the agricultural production system can be maintained, i.e., providing a socially, ecologically and economically sustainable agrosystem.

There are multiple systems or philosophies that inspire ecological agricultural production (natural, indigenous, family or peasant agriculture, permaculture or biodynamics, among others) which ultimately seek to satisfy the demand for natural and nutritious food for people and animals while maintaining the natural balance of the agroecosystem.

Although there exists a good deal of controversy as to the greater health benefit of organic products, the truth is that, day by day, accredited scientific voices, such as Dr  Mª Dolores Raigón, Research Professor at the Polytechnic University of Valencia, Spain, demonstrate the benefits of consuming organic products, due both to the greater volume of nutrients, minerals and vitamins as well as the absence of products considered harmful to health. 

We should also bear in mind the benefits of organic farming for the environment itself, for public health and for society in general through the practice of a non-polluting and proximity production model whose benefits are not only to consumers of products but also to the entire community.